Page 24 - Revista Brote - Julio 2015
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eratura Creativa
Una Hora Más
Horacio aguardaba a su amigo. Valoraba Por Matias Ganduglia
mucho ese lapso donde podía pasar ratos
con él, aunque sean breves. Tenía claro que El cielo volvió a nublarse momentáneamente.
en los tiempos de él se está en constante movimiento. Segundo estaba ahora a su izquierda.
Cumplía una hora más de trabajo. A su derecha ¿Alguna vez pensaste sobre la libertad? -
esperaba ver a Segundo acercarse. Mantenía la intriga Horacio frunció el ceño:
de su última charla, donde debatieron la posibilidad ¿Pensar la libertad? Sí, creo. Respiro, pienso, avanzó,
de que los humanos vivan en otros planetas. Le trabajo, descanso. Soy libre –
parecía descabellado: teniendo en cuenta los recursos Segundo levantó la vista:
naturales que un planeta necesitaría, la Tierra Y cuando te movés ¿lo hacés en la dirección en la que
formaba una especie de casualidad que había dado vos querés? –
curso a la vida y veía difícil que se repita. Opinaba Horacio no supo responder. Y menos supo a qué se
que llevar adelante un plan así sólo fracasaría; no refería Segundo.
importa el esfuerzo que haga la ciencia, jamás podría Te veo luego – Segundo siguió su recorrido.
reemplazar los dotes que provee la naturaleza para el Horacio se vio desconcertado. No entendía por qué
equilibrio vital. Segundo cuestionaba su conciencia de libertad.
Observó que Segundo se acercaba con su habitual Continuó en su puesto una hora más. Reflexionaba
paso sereno y coordinado. Compartir tiempo con él sobre la conversación. Pensaba que si podía
lo alegraba ya que encontraba en sus conversaciones preguntarse si era libre, era un signo de propio
ideas un tanto enredadas que comenzaban a tomar albedrío.
forma cuando las expresaban. Observaba a su derecha por la llegada Segundo.
Se nubló sólo por un instante. No podía dejar de pensar, además de sentir una
Segundo se paró a su derecha. leve irritación, por qué debía considerar que no era
¡Te digo que sí! En unos años los planetas van a independiente.
estar poblados por humanos. Algunos tendrán Mirando el cielo vió la efímera nube. No atendió la
condiciones más favorables, pero no tengas dudas – llegada de Segundo a su derecha.
dijo Segundo observando y revolviendo el cielo con Estaba abstraído en sus pensamientos.
las manos, continuando la conversación anterior. Segundo se ubicó enfrente.
No me parece. Y en todo caso, dudo poder verlo – La pregunta agrietaba su cabeza:
Segundo esbozó una mueca – Pero que vos no Y vos… ¿qué sabés sobre la libertad? –
puedas verlo no lo hace imposible, ni menos real – No tomes a mal mi pregunta. Veo que igualmente
Hizo el comentario haciendo dudar a su amigo. algunas dudas te generó. Considero que ni vos ni yo
Es complicado imaginarlo. Si se diera algo así, quisiera somos capaces de confirmar que es la libertad. Pero
verlo. Pero no lo creo posible. Y al fin de cuenta uno ¿no te parece interesante caer en la pregunta? Se hace
es libre de pensar lo que quiera – exclamó Horacio. difícil saber qué es si nunca pensamos en ella.
La mirada de Segundo se detuvo en él. Segundo sólo provocaba nuevos surcos en los
Se paró frente a frente pensamientos de Horacio.
Lo observó desde su altura (era considerablemente Quizás – dijo éste inquieto – Es cierto que parece
más alto): difícil. Además, la libertad es posiblemente algo muy
¿Libre? ¿Acaso te sentís libre? – preguntó casi irónico. personal–
Sí... – dudó Horacio-Cómo no -
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Una Hora Más
Horacio aguardaba a su amigo. Valoraba Por Matias Ganduglia
mucho ese lapso donde podía pasar ratos
con él, aunque sean breves. Tenía claro que El cielo volvió a nublarse momentáneamente.
en los tiempos de él se está en constante movimiento. Segundo estaba ahora a su izquierda.
Cumplía una hora más de trabajo. A su derecha ¿Alguna vez pensaste sobre la libertad? -
esperaba ver a Segundo acercarse. Mantenía la intriga Horacio frunció el ceño:
de su última charla, donde debatieron la posibilidad ¿Pensar la libertad? Sí, creo. Respiro, pienso, avanzó,
de que los humanos vivan en otros planetas. Le trabajo, descanso. Soy libre –
parecía descabellado: teniendo en cuenta los recursos Segundo levantó la vista:
naturales que un planeta necesitaría, la Tierra Y cuando te movés ¿lo hacés en la dirección en la que
formaba una especie de casualidad que había dado vos querés? –
curso a la vida y veía difícil que se repita. Opinaba Horacio no supo responder. Y menos supo a qué se
que llevar adelante un plan así sólo fracasaría; no refería Segundo.
importa el esfuerzo que haga la ciencia, jamás podría Te veo luego – Segundo siguió su recorrido.
reemplazar los dotes que provee la naturaleza para el Horacio se vio desconcertado. No entendía por qué
equilibrio vital. Segundo cuestionaba su conciencia de libertad.
Observó que Segundo se acercaba con su habitual Continuó en su puesto una hora más. Reflexionaba
paso sereno y coordinado. Compartir tiempo con él sobre la conversación. Pensaba que si podía
lo alegraba ya que encontraba en sus conversaciones preguntarse si era libre, era un signo de propio
ideas un tanto enredadas que comenzaban a tomar albedrío.
forma cuando las expresaban. Observaba a su derecha por la llegada Segundo.
Se nubló sólo por un instante. No podía dejar de pensar, además de sentir una
Segundo se paró a su derecha. leve irritación, por qué debía considerar que no era
¡Te digo que sí! En unos años los planetas van a independiente.
estar poblados por humanos. Algunos tendrán Mirando el cielo vió la efímera nube. No atendió la
condiciones más favorables, pero no tengas dudas – llegada de Segundo a su derecha.
dijo Segundo observando y revolviendo el cielo con Estaba abstraído en sus pensamientos.
las manos, continuando la conversación anterior. Segundo se ubicó enfrente.
No me parece. Y en todo caso, dudo poder verlo – La pregunta agrietaba su cabeza:
Segundo esbozó una mueca – Pero que vos no Y vos… ¿qué sabés sobre la libertad? –
puedas verlo no lo hace imposible, ni menos real – No tomes a mal mi pregunta. Veo que igualmente
Hizo el comentario haciendo dudar a su amigo. algunas dudas te generó. Considero que ni vos ni yo
Es complicado imaginarlo. Si se diera algo así, quisiera somos capaces de confirmar que es la libertad. Pero
verlo. Pero no lo creo posible. Y al fin de cuenta uno ¿no te parece interesante caer en la pregunta? Se hace
es libre de pensar lo que quiera – exclamó Horacio. difícil saber qué es si nunca pensamos en ella.
La mirada de Segundo se detuvo en él. Segundo sólo provocaba nuevos surcos en los
Se paró frente a frente pensamientos de Horacio.
Lo observó desde su altura (era considerablemente Quizás – dijo éste inquieto – Es cierto que parece
más alto): difícil. Además, la libertad es posiblemente algo muy
¿Libre? ¿Acaso te sentís libre? – preguntó casi irónico. personal–
Sí... – dudó Horacio-Cómo no -
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