Page 21 - Revista Brote - Julio 2015

Artes Audiovisuales
Mulan y el cometravas
Disney: la personificación exacta de la prima potra de la familia,
del bombón asesino de tu cuñado o de ese rubio increíble que te estas
comiendo pero que, ya con treinta, sigue viviendo en lo de su vieja. Sí,
esa relación “amor-odio” que sentimos internamente cuando vemos
aparecer una de sus –tantas- producciones audiovisuales mientras
hacemos zapping en la tele y el nene -que lo vió todo- te pide que la
dejes, como cuando en el fin de semana pasan un capitulo nuevo de
Los Simpsons en Telefé.
Esta compañía que ha dado tantos placeres a los niños que ven
las pelis casi sin moverse de su posición, preocupando a la abuela
que cree que lo mejor sería llamar a un médico o a un cura porque
“el nene ya no pestañea”, y que marca pautas estéticas y de rol que
influyen, a pesar de los papís, en la formación del pequeño.
Hoy (bueno no tu hoy, mi hoy), voy a analizar a modo de segundo
capitulo (el primero es el de Blancanieves que salió en la primera
edición y que, si no leíste, te invito a leer), la película Mulan,
estrenada en 1998 bajo la dirección de Barry Cook y Tony Bancroft y
producida por Pam Coats/Walt Disney Pictures; primer producción
animada que disparó a más de un@ las hormonas cuando apareció el
galán sin camiseta y que me hizo creer durante años que los chinos
Seran todos musculosos y que estaban todos buenos.
i bien el film sitúa –o intenta situar- de manera superflua
concepciones feministas a lo largo de su desarrollo, es la película
con mayores indicios de degradación de género (ojeli, de
ambos géneros) de las aquí analizadas. Debo decir que esta filmación
se encuentra basada en un antiguo poema chino –a diferencia de
Blancanieves y Enredados que se basan en los cuentos recuperados por
los hermanos Grimm- y se ambienta en dicho país, durante la invasión
de los hunos.
Con respecto a esta contextualización, la misma no encuentra sus
bases en el poema de origen. Es decir, la leyenda sobre la que esta basada
la filmación, no menciona en ningún momento a los “hunos” como el
enemigo y el objeto de deseo de la protagonista es el rey Kong –en el
film, es el hijo del general-. No ahondaré en estas cuestiones ya que, si
bien desde mi punto de vista releva una gran importancia, conllevaría
un trabajo exhaustivo que me cansaría más a mí que a ustedes para
terminar siendo saltado con la ruedita del mouse.
Lo primero es lo primero, así que hay que observar que la película no
refleja otra cosa que no sea la visión occidental de la cultura oriental
(en este caso del país de China). Es decir, hay una representación
etnocéntrica (indica el análisis del mundo de acuerdo a los parámetros
de la cultura propia). Esta visión es observable –si bien con ojo crítico
los guiños se encuentran en todo el film- en dos acciones principales:
La primera en el rezo del papá de Mulán hacia sus ancestros, si bien su
religión no se basa en la imagen de “Dios” como si lo hace la religión
cristiana, su posición física para realizar sus plegarías es la siguiente: de
rodillas, con las palmas de las manos juntas. Esta postura concuerda con
los rezos que profesan los creyentes de la fe católica contemporánea. La
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Por Malén Pessina
segunda la hallamos al final de la película cuando los ancestros festejan
el éxito de la campaña de la protagonista, siendo esta celebración una
fiesta, reconocible por sus características occidentales tales como: papel
picado que cae del techo, luces estroboscópicas, música y pasos de baile
del estilo “disco”. O sea, visto desde acá, es un fiestón.
Una vez que vemos que éste etnocentrismo indica que la peli es
para el publico occidental y/o europeo vayamos corriendo al análisis
exhaustivo de la filmación: Al igual que en la anterior –y la siguiente-
pelicula hay una relación protagonista/antagonista, pero en el caso
particular de Mulan (y no así en las otras dos) aquí el ‘enemigo’ –utilizo
este adjetivo como sinónimo de antagonista- es un hombre: Shang Lu,
líder del ejercito de los hunos que invaden China para conseguir el
control del imperio. Ahora bien, he aquí nuestra primer anotación y
es que el objetivo del enemigo masculino de la película es el poder. No
así lo hacen las antagonistas de género femenino que tanto en el caso
de Blancanieves como en el de Enredados –adelantamos- buscan, de
manera general, la belleza -estas locas no entienden nada-.
Así, la película establece desde un principio las diferencias no sólo
estéticas entre un género y otro –aspecto que consignaremos al final
del capitulo- sino que además publicita y aplica los comportamientos
sociales que debe llevar a cabo cada sexo. Es, a través de las canciones,
que se reproducen los catalogadores sociales más contundentes;
transcribiré abajo –si bien no toda- gran parte de las canciones y/o
diálogos que destacan el aspecto anteriormente descrito:
• Canción que realizan las damas que preparan a Mulan –la
maquillan, peinan, visten-:
“Sé cómo convertirte en una novia, nos honraras a todos, cuando
hayamos terminado los hombres guerrearan por ti, con suerte, y un buen
peinado, nos honraras a todos. Una chica puede a su familia honrar
de una manera: encontrando un buen partido y quizás sea hoy tu día.
Los hombres buscan una chica con buen gusto, tranquilas, obedientes,
eficientes, de buena familia y talle fino, nos honraras a todos. Todos
debemos honrar al emperador, los hombres con sus armas, las mujeres
teniendo hijos.”
• Discurso de la casamentera a Mulan, este diálogo se ve tapado por
las acciones cómicas que transcurren durante su exposición:
*Observando a Mulan* “Muy flaca, no es bueno para tener hijos
(…) Para agradar a tus futuros suegros, debes demostrar sentido de la
dignidad y del refinamiento. También debes conservar la compostura,
y el silencio”. *Luego de la prueba* “Puedes verte como una novia, pero
jamás aportaras honor a tu familia” (El honor que una mujer puede
aportar es a través del matrimonio).
• Parte de la canción de el personaje del “galán” mientras entrena
a los hombres –el honor que un hombre aporta a su familia está
determinado de acuerdo al nivel que alcanzan en el ejercito-:
“Quizás me enviaron hijas, cuando yo pedí hijos. Son lo más patético