Page 14 - Revista Brote - Mayo 2015
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es Visuales
Florencia Zuñiga: Buceando en la melancolía
Florencia Zuñiga nos sorprende. La joven artista presentó su Por Sol Severina
trabajo en Militantes, una galería de arte autogestionada por
artistas en la localidad de Manuel Alberti. En un diálogo super navegando junto a su padre cuando era una niña fantasiosa.
íntimo, nos cuenta de qué va su obra. Son exactamente dieciocho obras las que componen el cuerpo
de la muestra, tres de ellas son técnicamente grafito en polvo sobre
vidrio, otras quince en formato papel condensan un dibujo alejado
Algunas flores te hacen viajar, te pasean por las celdas del recuerdo, del academicismo obsoleto. Son piezas fuertes, con un eco metafísico,
y entonces pensás en canciones de la infancia, en imágenes vividas en cuerpos que yacen en el paisaje parecen flotar, por fortuna es poesía no
días lejanos, muy atrás, mientras hacés girar la cuchara en el té. Hasta solo para entendidos. Pero hay un equilibrio en esa fuerza de las obras,
que un color te sacude y volvés al presente, salís del cuelgue sintiendo algo que las hace gritar sin voz, tal vez sea la simpleza de las formas,
ganas de ver más paisajes, paisajes hasta el infinito. Con la obra de esa síntesis religiosa al dibujar unas manos, unos pies de mujer, una
Florencia Zuñiga sucede algo así, la realidad pierde su cuerpo, muta cabeza en un cesto de mimbre. Algo intimista siempre te conmueve,
en lo fantástico, en una niebla de grises húmedos y aterciopelados. porque hace que te sientas ahí, flotando en las aguas amnióticas que
Ella es dulce, su piel es tan pálida como el papel soporte de sus obras. Florencia dibuja. Hay mucho de autoreferencial en sus trabajos, casi
Imagino su lado b mientras todo, pero todo no, algunas
la observo amamantar a secuencias se escapan,
Vicente, su hijo. Me cuenta: son partes del paisaje,
“Crecí cerca del río. Pasaba rocas concretas, árboles,
los veranos sumergida en cosas que le pertenecen
el agua dorada y turbia, y al mundo. “Es mi espíritu
los inviernos observando que da mil vueltas” suena
cómo los objetos se hundían en la computadora una
en ella. Me preguntaba qué vieja canción de Pescado
ocultaba su fondo lodoso y Rabioso. Todo conecta con
qué tesoro se escondía en las todo, pienso.
toscas del Río de la Plata.”
Las imágenes que componen Nosotras seguimos:
“Podría decir que trabajo
la muestra “¿Se nos da dos desde la oscuridad, siempre
veces la vida?” ofrecen un
universo humano, acuático hay algo difícil de ver o
encontrar como los tesoros
y misterioso, con acentos y el inconsciente....”; en
de Soldí en la aparente
inocencia de las formas alguno o en todos los
puntos, descubrir lo que
femeninas, pero con mucho se oculta en una primera
de cosa oculta y sigilosa,
especie de tesoro intangible Florencia Zuñiga con sus obras lectura nos obliga a
descifrar la realidad y
que sedimenta debajo del agua, que no puede ser absorbido de una sola aprenderla a cada instante, deshilacharla. ¿La muerte y la resurrección
vez, tesoro de texturas, de lápiz y grafito, de carbones y otros polvos,
de líneas furiosas como rayas, líneas trazadas a fondo como arañazos son un loopeo de la historia? ¿El mundo enterrado bajo el río que la
ciudad se comió volverá alguna vez? Definitivamente, las piezas de
de gato. Zuñiga son parte de una secuencia narrativa de ánimo fantasmagórico.
“Como la tierra se diluye con el agua y se transforma en barro, el grafito “Un personaje surge de estas aguas, nos preparamos para su ritual, su
y las imágenes con las que trabajo también se mezclan, chorrean, se tiempo sagrado”, me confiesa Florencia y yo siento que es verdad, que
endurecen, y como el agua estancada y oscura a veces dejan ver y, a es una bruja blanca que sabe lo que hace.
veces, reflejan.”
https://www.flickr.com/photos/florenciaz/
El negro es una constante en la obra de Zuñiga, solo el blanco del
papel lo amortigua junto a las escalas. Definitivamente, la ausencia de http://militantesgaleria.blogspot.com.ar/
color dice mucho, son estados de ánimo, indicios. El dibujo sabe de
esto, en lo elemental está el signo. Cada trazo es un reflejo de quién
sabe qué sueños, quizá esos que tuvo Florencia en los paseos al río,
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Florencia Zuñiga: Buceando en la melancolía
Florencia Zuñiga nos sorprende. La joven artista presentó su Por Sol Severina
trabajo en Militantes, una galería de arte autogestionada por
artistas en la localidad de Manuel Alberti. En un diálogo super navegando junto a su padre cuando era una niña fantasiosa.
íntimo, nos cuenta de qué va su obra. Son exactamente dieciocho obras las que componen el cuerpo
de la muestra, tres de ellas son técnicamente grafito en polvo sobre
vidrio, otras quince en formato papel condensan un dibujo alejado
Algunas flores te hacen viajar, te pasean por las celdas del recuerdo, del academicismo obsoleto. Son piezas fuertes, con un eco metafísico,
y entonces pensás en canciones de la infancia, en imágenes vividas en cuerpos que yacen en el paisaje parecen flotar, por fortuna es poesía no
días lejanos, muy atrás, mientras hacés girar la cuchara en el té. Hasta solo para entendidos. Pero hay un equilibrio en esa fuerza de las obras,
que un color te sacude y volvés al presente, salís del cuelgue sintiendo algo que las hace gritar sin voz, tal vez sea la simpleza de las formas,
ganas de ver más paisajes, paisajes hasta el infinito. Con la obra de esa síntesis religiosa al dibujar unas manos, unos pies de mujer, una
Florencia Zuñiga sucede algo así, la realidad pierde su cuerpo, muta cabeza en un cesto de mimbre. Algo intimista siempre te conmueve,
en lo fantástico, en una niebla de grises húmedos y aterciopelados. porque hace que te sientas ahí, flotando en las aguas amnióticas que
Ella es dulce, su piel es tan pálida como el papel soporte de sus obras. Florencia dibuja. Hay mucho de autoreferencial en sus trabajos, casi
Imagino su lado b mientras todo, pero todo no, algunas
la observo amamantar a secuencias se escapan,
Vicente, su hijo. Me cuenta: son partes del paisaje,
“Crecí cerca del río. Pasaba rocas concretas, árboles,
los veranos sumergida en cosas que le pertenecen
el agua dorada y turbia, y al mundo. “Es mi espíritu
los inviernos observando que da mil vueltas” suena
cómo los objetos se hundían en la computadora una
en ella. Me preguntaba qué vieja canción de Pescado
ocultaba su fondo lodoso y Rabioso. Todo conecta con
qué tesoro se escondía en las todo, pienso.
toscas del Río de la Plata.”
Las imágenes que componen Nosotras seguimos:
“Podría decir que trabajo
la muestra “¿Se nos da dos desde la oscuridad, siempre
veces la vida?” ofrecen un
universo humano, acuático hay algo difícil de ver o
encontrar como los tesoros
y misterioso, con acentos y el inconsciente....”; en
de Soldí en la aparente
inocencia de las formas alguno o en todos los
puntos, descubrir lo que
femeninas, pero con mucho se oculta en una primera
de cosa oculta y sigilosa,
especie de tesoro intangible Florencia Zuñiga con sus obras lectura nos obliga a
descifrar la realidad y
que sedimenta debajo del agua, que no puede ser absorbido de una sola aprenderla a cada instante, deshilacharla. ¿La muerte y la resurrección
vez, tesoro de texturas, de lápiz y grafito, de carbones y otros polvos,
de líneas furiosas como rayas, líneas trazadas a fondo como arañazos son un loopeo de la historia? ¿El mundo enterrado bajo el río que la
ciudad se comió volverá alguna vez? Definitivamente, las piezas de
de gato. Zuñiga son parte de una secuencia narrativa de ánimo fantasmagórico.
“Como la tierra se diluye con el agua y se transforma en barro, el grafito “Un personaje surge de estas aguas, nos preparamos para su ritual, su
y las imágenes con las que trabajo también se mezclan, chorrean, se tiempo sagrado”, me confiesa Florencia y yo siento que es verdad, que
endurecen, y como el agua estancada y oscura a veces dejan ver y, a es una bruja blanca que sabe lo que hace.
veces, reflejan.”
https://www.flickr.com/photos/florenciaz/
El negro es una constante en la obra de Zuñiga, solo el blanco del
papel lo amortigua junto a las escalas. Definitivamente, la ausencia de http://militantesgaleria.blogspot.com.ar/
color dice mucho, son estados de ánimo, indicios. El dibujo sabe de
esto, en lo elemental está el signo. Cada trazo es un reflejo de quién
sabe qué sueños, quizá esos que tuvo Florencia en los paseos al río,
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